John Berger y los oráculos
"Uno mira lo que le rodea (y uno está siempre rodeado de lo visible, incluso en sueños) y lee lo que hay, según las circunstancias, de diferentes maneras. Conducir un coche infiere un tipo de lectura; talar un árbol, otra; esperar un amigo, otra. Cada actividad motiva su propia lectura. En otros momentos la lectura, o las opciones que constituyen una lectura, en vez de estar dirigidas hacia una meta, son la consecuencia de un suceso que ya ha tenido lugar. La emoción o el humor motivan la lectura, y las apariencias, así leídas, se vuelven expresivas. Tales momentos han sido a menudo descritos en la literatura, pero no pertenecen a la literatura, pertenecen a lo visible...... En cada acto de mirar hay una expectativa de significado. Esa expectativa debiera distinguirse del deseo de una explicación. El que mira puede explicar después; pero antes de cualquier explicación, existe la expectativa de lo que la apariencias mismas están a punto de revelar. Por lo general, una revela